El fruto de un buen trabajo

A veces no le damos la importancia suficiente a personas, que de cara al público tienen una labor secundaria, pero no por eso es menos importante. Los hombres de plata son esenciales en el toreo. En esta entrevista, Javier Sánchez Araujo, banderillero de la cuadrilla del torero José Antonio "Morante de la Puebla", nos contará que el sacrificio de ellos no es menor que la de cualquier torero y nos desvelará todo el trabajo que conlleva ser banderillero.

- ¿Desde cuándo y cómo viene tu afición a los toros?

- Desde que mi padre me llevo de chico a ver los toros en la feria de Algeciras, ese día toreaban Emilio Muñoz, Pedro Castillo y Espartaco. Fue el día que Emilio Muñoz indultó al toro "Comedia". Fue algo impresionante.

- ¿Cuándo decidiste entrar en la Escuela Taurina de Algeciras?

- A la edad de 15 años.

- ¿Cómo fue tu paso por ella?

- Fueron unos años maravillosos y experiencias a miles, sobre todo cuando íbamos de maletillas a los tentaderos en Medina Sidonia. Hice muchos amigos, los cuales sigo manteniendo.

- ¿Qué recuerdos tienes de tu aprendizaje allí?

- Muchos recuerdos, parece que fue ayer cuando estaba entrenando en la plaza y olía a recién pintado, señal de que se aproximaba la feria. Salvador Mateo fue mi primer profesor y luego Francisco Ruiz Miguel.

- ¿En qué momento decides hacerte banderillero, en vez de seguir tu sueño de llegar a ser matador de toros?

- Me hice banderillero en el año 1998. Mucho sacrificio para tan poca recompensa, no tenía las cualidades de tantas que hay que reunir.

- ¿Cómo fue tu comienzo como banderillero y en qué cuadrillas has estado?

- Toreé mi última novillada como novillero en Tarifa, corté dos orejas y al día siguiente, un 16 de julio, debuté como banderillero en Palmones (Cádiz), con un novillero con picadores que se llama José Ramón Valencia, a partir de ahí toreé muchos espectáculos sueltos. A la siguiente temporada, con un novillero que se llama Miguel Ángel, toreé 15 novilladas y cuando tomó la alternativa, ese mismo año, 15 corridas de toros. Después Martín Quintana, Salvador Vega, Alfonso Romero y Morante de la Puebla para los restos, si Dios quiere.

- ¿Qué se siente al estar en la cuadrilla de una figura del toreo como es Morante?

- Se siente todo, alegría, recompensa, satisfacción, orgullo, deseo... todo, al lado del maestro todo se siente y se sueña.

- La exigencia en tu trabajo, en este caso será mayor...

- Máxima claro, es como jugar la Champions o en Primera División, pero con sacrificio se lleva de lujo.

- La vida de un banderillero es igual de arriesgada que la de un torero, ¿has sufrido percances en tu carrera?

- Si, tres. Una espada me dio en la nariz y dos cornadas en el escroto.

- ¿Crees que la profesión de banderillero está bien reconocida?

- Sí, por supuesto.

- ¿Cuál es tu próxima meta en tu profesión?

- Mantenerme el máximo tiempo posible a este nivel y sobre todo disfrutando de lo que hago muchos años.

- ¿Recuerdas algún tercio de banderillas especial por algún motivo?

- Muchos recuerdos, pero el que más, fue cuando debutó Salvador Vega como matador de toros en Sevilla, en la Feria de San Miguel. Fue un tercio inolvidable con mi gran compañero y amigo Juan José Trujillo, cuando empezó a sonar la banda estaba rozando el cielo, era la gloria.

- ¿De novillero banderilleabas?

- No, sólo banderilleé el día de mi despedida en Tarifa.

- ¿Es duro salir cada tarde al ruedo, dejando a tus seres queridos en casa?

- Durísimo y más cuando sé es padre, pero tengo lo que siempre he deseado y por lo que luchado profesionalmente y eso te da moral para seguir adelante.

- Para finalizar, cuéntanos alguna anécdota que te haya ocurrido últimamente.

- Una mujer en Barcelona, me dijo que si yo era Víctor Janeiro y yo le dije "señora, que menos que Jesulín, pero ¿Víctor Janeiro me va a llamar usted?" jajajajajaja, era una mujer muy mayor y confundía a las personas la pobrecilla.

Foto: Ernesto Naranjo

Entrevista realizada con la colaboración de http://pasionporeltoreo.blogspot.com